domingo, 19 de abril de 2020

Los Jueces de Israel

La entrada en Canaán y los jueces de Israel

La entrada en Canaán:


Una vez muerto Moisés, Josué se puso al frente del pueblo de Israel, para entrar en el país de Canaán. El asentamiento en la tierra  prometida fue lento y exigió una larga lucha. Destacaron hechos como el paso del Jordán, la conquista de Jericó y la toma de Siquén.

Las victorias de Josué fueron fruto de su valor, de su oración y de su fe en Dios, quien se hacía presente para ayudarle a él y a su pueblo. 

Los israelitas se distribuyeron el
territorio de Canaán por tribus. Cada tribu -doce en total- se asentó en pequeñas aldeas donde vivían del ganado y de la agricultura. Esta organización era muy diferente a la de los pueblos de alrededor.

Entre las tribus había cierta unidad, pero no tenían una autoridad central, ni ejército bien armado como los pueblos vecinos. Cada tribu era gobernada por una asamblea de ancianos que tomaba decisiones que afectaban a toda la tribu.

Antes de morir, Josué reunió a las tribus para renovar la alianza que Dios hizo con su pueblo en el Sinaí, comprometiéndose a servir al Señor y a obedecerle.

Cuando murió Josué, ya no tuvieron un jefe único. Hubo jueces.


Los jueces, jefes elegidos por Dios:


Cuando las aldeas israelitas eran atacadas. Las tribus se ayudaban unas a otras y, si la situación era desesperada, surgían caudillos llamados jueces, que organizaban y dirigían la defensa.

Existía un doble peligro:
  • Un peligro religioso: el pueblo tenía la tentación de adorar ídolos cananeos;
  • Un peligro político: los pueblos vecinos, especialmente los filisteos, intentaban someterlo.

Ante estos peligros, el Señor no abandonó a su pueblo. Hizo surgir a los Jueces, que fueron jefes que Dios eligió para salvar a Israel de la opresión de sus enemigos y quitar los ídolos del corazón del pueblo.

Los jueces eran unas veces profetas, otras caudillos, y otras ambas cosas.

Los jueces más conocidos fueron Débora, Sansón y Samuel.

Débora: fue juez de Israel. Se sentaba bajo una palmera, y todos venían ante ella a escucharla. Cuando el ejército de Sísara vino a destruir al pueblo de Abraham, Débora mandó llamar a Baraq, le hizo general de Israel y fue con él a luchar. Dios concedió la victoria a su pueblo, gracias a esta mujer. (Jc 4, 1-25)


Sansón: fue también juez en Israel. Vencía a sus enemigos gracias a su gran fuerza. Despedazaba leones y se enfrentaba con ejércitos enteros, poniéndolos en fuga. Pero fue engañado por una mujer enemiga, y lo cogieron prisionero, dejándolo ciego. Cuando los enemigos se reunieron en el templo para reírse de él, Sansón se abrazó a dos columnas, las echó abajo y el templo se desplomó aplastando a todos (Jc, caps 13 a 16)


Samuel: fue el último de los jueces de Israel. Cuando era niño, vivía en el templo. Una noche, mientras dormía, Dios le habló y le hizo su primera revelación. Cuando fue mayor, lo eligieron juez. Dios le mandó que preparase un rey para su pueblo. Primero ungió rey a Saúl y mas tarde a David (Jc, caps 3, 8, 12 y 16).

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